Clavaste una estaca en mi pobre corazón, que con esfuerzos agotados aún quería latir...
Mi querido ángel de la noche, cómo sufro aún tu ausencia, no se cómo mis fuerzas aun gritan por ti…
Has agotado mis lágrimas de un solo golpe y ahora que quisiera desahogar mi alma, el llanto ya no puede salir…
Estoy hundida en la confusión de saber si aun hay algo de aquel sentimiento que un día soñé tener…
Quiero saber si es masoquismo, obsesión o sólo busco algún pretexto para tenerte aún aquí…
Necesito olvidar todo el daño que me causaste, el daño que aún me consume por dentro…
Te has suicidado ante mis ojos y por más que he intentado no te he podido enterrar…
Tu voz sigue rondando en mi cabeza, tus palabras llenas de un vacío confuso que me atormenta al despertar…
Un suspiro flota en el sucio aire empapado en las sombras que siempre me persiguen…
Ya no siento, ya no sueño, mi sentir lo destrozaste y mis sueños con saña maldita has arrancado…
Caigo en la metamorfosis del sentimiento agredido por el paso de tus negras alas…
Por más que intento no puedo encontrar paz, no entiendo por qué, no te puedo enterrar…
Hiero mi sangre con esta historia sin final, pues debo admitirlo… no te quiero enterrar.
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