lunes, 22 de noviembre de 2010

† Cicatrices †




Hoy se cumplen tres años de su muerte. Aún recuerdo su pícara sonrisa, la dulzura de su voz, su inocencia al mirarnos a los ojos. Hoy habría cumplido diez y nueve años, mañana cumpliríamos seis años de novios, ayer habríamos festejado juntos mis veinticuatro. El hubiera no existe y bien lo dicen todos.


En mis sueños veo todavía su cara de ángel, no puedo dejar de extrañar sus besos, nunca dejare de amarla, nunca nadie me la va a quitar, fue mía y lo será aun en la muerte. Ella dijo ser mía en cuerpo y alma, un día lo dijo y lo creí… lo creo, creo que cumplirá. Entonces me pregunto, ¿por qué?, ¿por que quería irse de mi lado?, ¿por qué quería decirme adiós?, ¿acaso quería a alguien más?, ¿acaso dejó de amarme?.

Ahora ya nada importa, se ha ido para siempre. Hace tres años y aún sufro por ella, hace tres años y aún siento que la amo. Recuerdo sus palabras como si las estuviera escuchando ahora:

"Necesito hablar contigo…sabes esto es el fin… no es lo que piensas… tampoco es por eso… ¿de qué hablas?... ¿a quién más te refieres?... sabes, nunca de engañé… entiéndeme por favor… no hay nadie más es solo… no miento… date cuenta de tu reacción… es por eso que… ¿no ves?, mira como estás ahora… perdóname… disculpa no soporto que… no creo que me ames como dices… ¿que por que lo digo?... no dirás que has olvidado que tu… me has… ¿por mi bien?... es por tu seguridad crees que eso te asegura que no me iré nunca, pero los golpes no son la solución… ¿comprendes entonces?... ¿vernos?, ¿para que?... no te preocupes te perdono… no te preocupes así también cuenta,no necesito verte para saber que estas arrepentido de verdad…¿despedida?... pues… este… no lo se… mira te escucho, tenso aun… tal vez mañana que todo este en calma… ¿dejarme ir rápido?... bien… bueno… pues… pero podemos ser amigos… si… te veo el lunes entonces… ¿hoy?... ¿despedida?, pero ¿no te dije ya que… esta bien voy para allá"

Tocaron la puerta, abrí y ahí estaba ella, mi amada, mi niña, mi diosa mi único amor, todo lo que siempre quise, más aun de lo que soñé, justo lo que merecía, cobraba con ella el amor que le tengo. Se sonrojó al verme y me dedico su ultima sonrisa, tan tímida, sincera, ¿sincera?, no, no lo era, quería mandarme al diablo, pensaba cambiarme por otro y aun tenia el descaro de sonreír con la inocencia de una niña que no ha hecho nada malo, ella lo había hecho, lo estaba haciendo, partirme el corazón, aun después que le entregue todo mi amor, la ame, la amaba… la amo.

La invité a pasar, no quería que se fuera de mis manos sin un ultimo beso, sin pasar al menos un dulce momento a su lado, si se iba a ir de mis manos para siempre, al menos me debía esto, una tarde como todas, en mis brazos, platicando en el sofá de mi desordenada estancia, ella riendo de mi intento por ordenar todo, sin lograrlo, antes de su llegada. Acurrucada en mi pecho, tomando mi mano, podía percibir el aroma de su cabello, manzanilla y canela, era mi nena querida, mi muñequita de porcelana, no quería que se fuera y menos por que sabia que corría a los brazos de alguien más. Estábamos otra vez así, la ultima vez, la eterna, la real, la única… la única que no olvidaría tan fácilmente.

Ella lloraba, aun me pedía una disculpa, al buscar una explicación coherente solo atinaba a señalar una cicatriz en su barbilla, y debajo de su ojo tenia todavía el moretón de la semana pasada. Besé su mejilla y le pedí perdón, cerré su ojo con la delicadeza de mis labios y le pedí perdón, bese poco a poco todo su rostro pasando por cada uno de los golpes que algún día le había dado y le pedí perdón, ya no había marca en casi ninguno de ellos, pero tal como los sufrí a su lado los recordaba uno a uno; su mejilla pasó de su moreno clarito a un dulce y tierno rosado intenso, bajaba por su barbilla, la cicatriz más grande y marcada estaba ahí; sufrí, me dolió recordar como con una botella de cerveza había abierto su tersa piel, "disculpa… perdóname, no me dejes, no te vayas, sin ti  no soy nadie, no soy nada… perdona no te vayas, no me dejes, yo te amo…", le decía.

Intentó deshacer mi abrazo de mala gana, eso no me gusto para nada, ¿así agradecía lo que hice por ella, lo que estaba haciendo, el amor que le ofrecía?... pero la amaba, la amo; así que la solté, después de forcejear un poco; "no vine a esto, no volveré a lo mismo, entiende, el adiós ya esta dicho, esto es mas de lo que puedo manejar…", me dijo y me partió el alma en dos. "!Perdón¡, perdón, no lo volveré a hacer, no te vayas, solo un momento más, el último momento", su cuerpo se relajó nuevamente y recuperamos la misma posición, estaba entre mis brazos, su aroma también era mío, su sabor me pertenecía, me pertenecerá para siempre.

Comencé otra vez repasando uno a uno esos golpes invisibles… ella es mía, siempre será mía, aun en la muerte me pertenece, aun su recuerdo aquí la mantiene, la amé… la amo. Levanté su rostro para explorar con mis labios aquel pasado vuelto tristes cicatrices.

"Adiós", me dijo "adiós, me están esperando". Fueron sus ultimas palabras, lo sabia, no podía dejar de amarme tan fácilmente, había alguien más que me la estaba quitando, no, no, ¡no!, no lo permitiría, levanté rápido su rostro, aún más, le rebané el cuello con un cuchillo que estaba en la mesa detrás del sofá, tan filoso y con tanta rabia que no tuve ningún problema, ella intentó gritar pero el gorgoteo de la sangre corriendo dentro de su garganta era lo único que podía escuchar, su rostro se descompuso se convirtió al pánico, comenzó a llorar; solo la abracé, "ya mi vida, todo ha terminado como tu lo querías, solo que ahora no serás de nadie más, no llores, te perdono todo, te perdono que hayas querido abandonarme, te perdono que no me ames como yo a ti, ya todo pasó estamos juntos, ya… ya, shh, shh, shh, shh…".

Hace tres años que fue su partida, hace tres años que no la veo mas que en sueños, hace tres años que vivo extrañándola, hace tres años que perdoné sus errores, su engaño… sí, me engañaba, sí lo supe, sí me cambiaría por otro… por ti, mi verdugo, ¡por ti!maldito bastardo sanguinario, me la querías robar, pero al no poder has venido a arrebatarme la vida, tú que me ves agonizar, ahora tú que has venido a perforarme con tu cuchillo; sabes la ame… la amo… shh… shh… shh… tranquila mi amor, allá voy, contigo… shh, shh, shh… espera… shh, shh, shh… tu aroma, lo percibo de nuevo, ¿lo ves?, ¿puedes verlo? nuestro amor es eterno, ¡así como tus cicatrices!, nuestras cicatrices… también eran mías, aún en la muerte siguen tatuadas en nosotros… ya voy… shh, shh… shh… tranquila mi niña… ya voy.

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